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¿Migraña… o aneurisma?

instituto-Hospital-del-Mar-de-Investigaciones-MédicasUn reciente estudio realizado por especialistas del Instituto del Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona ha llegado a la conclusión que uno de cada cuatro casos de rotura de aneurisma cerebral (concretamente un 26%) se confunden con una migraña.

Este estudio ya de por sí es muy importante, no solo por sus conclusiones sino por ser el primer trabajo de este tipo publicado en España.

Me duele la cabeza

Si bien es cierto que un fuerte dolor de cabeza, súbito y de gran intensidad, suele ser uno de los varios síntomas que pueden advertir de un ictus, también es cierto que muchos pacientes (alrededor de un 60%), que sufren un dolor-de-cabeza-intensoaneurisma, solo presentan un único síntoma, solo dolor de cabeza y nada más.

Los partícipes de este ensayo, advierten que aunque podría en base a estas evidencias, justificarse la confusión, existen otras señales que nos pueden advertir de la presencia de una rotura de aneurisma, disimulado en esa “migraña”, recomendando la dirección de las preguntas al paciente hacia el inicio de ese dolor, ya que el ictus viene acompañado en su inicio de un dolor muy brusco, explosivo, mientras que la migraña suele ser un dolor más gradual.

Contra el dolor, paracetamol… NO siempre

Es una cifra MUY alta, a 1 de cada 4 personas que sufren rotura de aneurisma, no se les detecta o se detecta tardíamente. Si nos parece poco, vamos a decirlo de otro modo: de cada 400 personas que tienen un ictus, a CIEN angio-tac-cerebralno se les detecta, de cada 4.000 personas que sufre un ICTUS, a MIL PERSONAS no se les detecta o se les detecta tardíamente al confundirlo con un simple dolor de cabeza. Hay que tener presente que el 60% de los pacientes a los que se les detectó el ICTUS tardíamente, sufrieron secuelas.

NO escatimar en recursos

Por la salud y la vida de los Pacientes, es mejor NO escatimar en recursos. Es mil veces mejor tener falsos avisos de ICTUS, falsas alarmas, que al final se quedan en nada, que el perjuicio que se le puede ocasionar a los enfermos ESPERANDO (tanto por parte de los familiares, como por parte del personal médico), a que se pase ese “dolor de cabeza”.

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