¿Cómo que no pasa nada?
En el Hospital General de Castellón, el servicio de Cirugía pediátrica consta actualmente, por lo que sabemos, de 4 profesionales… aunque, bueno, es sólo un decir.
La realidad es que las Urgencias pediátricas en ese Hospital (que es el único que cuenta con esta especialidad en TODA la provincia de Castellón), han estado durante bastante tiempo sin dar este servicio, derivando las urgencias a La Fe de Valencia, ya que sólo había un único profesional en activo (el resto de profesionales coincide que se encontraban de Baja por Maternidad).
Nos hemos enterado por la Prensa que se ha reincorporado recientemente al servicio una de las doctoras que se encontraba de Baja por Maternidad, por lo que, con 2 personas, el 50% de la Plantilla que se necesita para atender ese servicio, el Hospital ha decidido reanudar las Urgencias Pediátricas.
Pues SÍ, sí que pasa
Ya de por sí es una enorme irresponsabilidad que en TODA la provincia de Castellón, no exista un Servicio de Urgencias Pediátricas, teniendo que derivar las mismas a Valencia. Un servicio de Urgencias es eso: URGENTE, por lo tanto, no nos cabe en la cabeza que se hayan de recorrer 90 kilómetros más cuando la vida de un niño puede correr peligro.
Por otra parte consideramos igual de imprudente tener un servicio “a medias”, en la medida que uno de ambos profesionales SIEMPRE se encuentra en activo, pero, como lleguen dos casos a la vez…
No, no es de recibo que un servicio que cuente con 4 profesionales, pretendan dar un buen servicio con la mitad: Los pacientes sabemos contar y sabemos que dos es menos que cuatro.
Entonces ¿Por qué no hay cirujanos infantiles? ¿Por qué no se contratan más? ¿Tal vez sea por dinero?… Dejamos esta pregunta en el aire…
No solo pasa en Castellón
No, hacen falta Cirujanos pediatras en toda nuestra Comunidad… ¿Hay que esperar que suceda una desgracia, una tragedia para convocar más plazas, para tener más plazas de Cirujanos Pediatras en nuestros Hospitales?
Desgraciadamente. posiblemente sea así… Sólo nos resta esperar que no sean nuestros hijos a los que esa desgracia se los lleve.