Las vacunas a mayor ritmo
Justo ayer, el Presidente del Gobierno, anunció que espera tener vacunado al 70% de la población a finales del mes de agosto. Después de haber recibido esta Semana Santa más de dos millones de dosis de la vacunas de Pfizer y AstraZeneca y a la espera de recibir la vacuna de Janssen a mediados de mes, parece ser que la perspectiva de una rápida vacunación en nuestro país, ahora sí, va tomando forma.
Ya he recibido la vacuna… ahora ¿vida normal?
Las vacunas nos van a servir para protegernos e inmunizarnos, pero no tienen la facultad de inmunizar a quienes nos rodean. La persona vacunada puede ser inmune a los efectos del COVID-19, pero puede transmitirlo a otra persona. Si esta última no está vacunada, el contagio, ya lo sabemos, puede causarle terribles estragos.
No, no podemos augurar ahora una vida “normal”, similar a la de antes de la pandemia. En el horizonte cada vez más cercano, a medida que aumente la población inmune, podremos disfrutar poco a poco de nuestro ritmo acostumbrado. Pero ahora hemos de seguir siendo prudentes.
Medidas de seguridad
Los profesionales médicos insisten, aconsejan a los vacunados seguir tomando las mismas medidas de seguridad que se llevaban hasta ahora, es decir, mantener el uso de las mascarillas, la higiene de manos y la distancia social entre las personas. El objetivo es minimizar el riesgo de propagar la enfermedad.
Mientras tanto, la cuarta ola…
Mientras la vacuna aumenta las esperanzas de retomar nuestra vida habitual, las actitudes incívicas, tanto de los ciudadanos como de algunos gobernantes, provocan que los contagios y los fallecimientos se sigan dando. Hay varias comunidades en riesgo extremo y con Los hospitales y las UCIS llenándose progresivamente… y aún está por ver qué nos puede deparar la permisibilidad con que hayan actuado algunas personas durante estas pasadas vacaciones.
No nos cansaremos de decirlo: La responsabilidad puede ser casi tan efectiva como la vacuna en sí. Vacunémonos, pues, en prudencia, ya que es muy necesaria.