Intervenciones quirúrgicas… sin fecha
Además de las terribles consecuencias que ha conllevado la pandemia, el COVID-19, ha aumentado la ya de por sí maltrecha situación sanitaria. Nos referimos a los re-aplazamientos de las intervenciones quirúrgicas, al aumento de las Listas de Espera.
En efecto. Al parecer, el estado de las Listas de Espera para una operación se ha duplicado en estos últimos tiempos. La nueva normalidad, no ha conllevado una normalidad en las cirugías, ya que la gente sigue esperando, cada vez más, para poder ser intervenidos.
Y ahora, peor si cabe
Ya que, con el aumento de los casos de COVID-19, con el auge de los rebrotes, la Administración Sanitaria adolece de los mismos males de cuando se inició la pandemia, falta de previsión y de materiales humanos y técnicos.
Las consecuencias, son el aumento de ingresos hospitalarios, el aumento de ocupación de camas por COVID y el aumento de las ocupaciones en las UCIS, por lo que, al aumentar las hospitalizaciones, se disminuyen las intervenciones quirúrgicas. Nos encontramos de nuevo en la misma situación del inicio de la pandemia. La única diferencia, es que lo que iba a suceder se podía saber, se podía evitar, y no se ha hecho.
Y Castellón, de nuevo el primero por la cola
Tanto el Hospital Provincial, como el General y el de Vinarós, sobrepasan los 200 días DE MEDIA de espera para una cirugía. Nuevamente la situación sanitaria en la provincia vuelve a ser tremendamente perjudicial para los pacientes.
Por su parte, Sanitat tira la toalla
Unas recientes declaraciones de la Consellera de Sanitat en las que reconocía que no se trabajaría en las Listas de Espera mientras continúe la pandemia no dejan de causarnos estupor, por la espantosa situación en que deja ABANDONADOS A SU SUERTE a millares de pacientes que esperan poder ser intervenidos quirúrgicamente.
Sanidad DEBE cumplir con sus obligaciones para con los ciudadanos a cualquier precio. No es de recibo que los pacientes se encuentren esperando y agravando su enfermedad por la ineficacia e irresponsabilidad de los gestores sanitarios. Hay muchas vidas en juego.